Suelos de madera de roble con barniz efecto “invisible”
Cómo conseguir que los suelos de madera ofrezcan un acabado muy natural
Desde las ceras, pasando por el betún de Judea, hasta llegar al barniz, los suelos de madera, a lo largo de los años se han presentado bajo diversos acabados.
El objetivo principal de todos ellos, además de cambiar y mejorar el aspecto final del suelo, es el de proteger la madera de los cambios higroscópicos que pueden perjudicar su estabilidad dimensional, mejorar su resistencia a la abrasión y dotar al suelo de una mayor dureza.
En un principio todos estos tratamientos se aplicaban “in situ”, con la llegada al mercado de parquets y tarimas, éstas ya son tratadas directamente en fábrica, ofreciendo un acabado mucho mejor.
Aceites para conseguir una mayor naturalidad en los suelos de madera
Hace unos años se incorporaron a este tipo de acabados, tanto “in situ” como en fábrica, los aceites naturales, como por ejemplo girasol o lino, que dotan a la madera de un aspecto extraordinariamente natural y son mucho menos nocivos para el medio ambiente que la mayoría de los barnices.
Sin embargo, uno de los principales inconvenientes de la utilización de este tipo de aceites para aplicar en suelos de madera, fue su mantenimiento. Estos aceites necesitan renovarse periódicamente y esta peculiaridad, generó poca aceptación dentro del mercado nacional.
Para solucionarlo, se decidió que la madera se tratara en la fábrica directamente, pasando por un proceso de secado y endurecimiento a través de lamparás de rayos UV. Aun así, la resistencia a la abrasión, la dureza y la protección a los cambios de humedad es menor que la que dota el barniz a la madera.
Barnices menos químicos y con efecto “invisible”
En la actualidad, la tendencia del mercado está orientada a conseguir espacios minimalistas donde los suelos de madera ofrezcan, además de un aspecto lo más natural posible, que el acabado superficial, no cambie ni modifique la apariencia de los mismos.
Desde hace tiempo se está trabajando en conseguir un acabado con barnices (libres de disolventes y formaldehidos) que, manteniendo todas las propiedades de dureza y resistencia, permitan que el aspecto de la madera, no cambie.
Ese día ya ha llegado, y en ShoWood hemos conseguido ese producto, un suelo de roble de una lama con cinco manos de barniz aplicado en fábrica, que pasa totalmente desapercibido al ojo humano, incluso al tacto, pero con las cualidades mecánicas del mejor barniz del mercado.
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